Las principales promociones inmobiliarias efectuadas en Madrid en el siglo XX tuvieron firma vasca. En general, fueron las inmobiliarias que acabarían conformando Metrovacesa las que estuvieron detrás de Azca, La Florida, la Gran Vía o Cuatro Caminos (edificios Titanic). Pero hay un promotor navarro-guipuzcoano, Gregorio Iturbe Aldalur, que también se merece su propio capítulo en la historia del urbanismo madrileño.
Originario de Ituren (Navarra) y casado con la vizcaína Benigna Gárate, este empresario participó en el primer desarrollo de Bilbao, a finales del siglo XIX y principios del XX. Allí levantó por ejemplo el actual edificio de la Clínica Albia, varias casas de la calle Zabala, el bloque modernista de Alameda Recalde, 32 (frente a la célebre Casa Montero, que es de la misma época) y la conducción de aguas residuales entre Elorrieta y La Galea (Getxo).
Fueron también empresarios vizcaínos los que decidieron subcontratarle alguna de las principales obras de la época: las que oradaban montañas enteras para poner líneas de ferrocarril que pudieran llevar el carbón leonés hasta Euskadi. Se sabe que fue él quien estuvo detrás de una de las más sofisticadas, la que une Villalblino con Ponferrada, y que formó parte del consejo de administración de la que uniría Pamplona con San Sebastián, ambas promovidas por el bilbaíno Pedro Ortiz y Muriel.
En esos tiempos también fue vicesecretario de la primera mutua patronal de Bizkaia, la Sociedad de Seguros Mutuos de Vizcaya sobre Accidentes de Trabajo, auténtico antecesor de la actual Mutualia. Con el dinero ingresado, Iturbe compró terrenos al norte del segundo ensanche de Madrid, una zona entonces conocida como Altos del Hipódromo.
Era una zona que cobró interés por dos razones. La primera por la construcción del metro, que en su primera línea llegaba hasta Cuatro Caminos, zona hasta entonces conformada por campos de cultivo. La segunda por la nueva ley de Casas Baratas y Económicas, que daba importantes ventajas a este tipo de construcciones, normalmente enclavadas en puntos distantes del centro. Eso sí, el propietario tenía que acreditar no poseer otra vivienda y vivir de su trabajo. Muchas eran más para profesionales que para obreros.
Los Altos del Hipódromo eran el punto ideal para una promoción de este tipo, en principio de tipo cooperativo, por lo que Iturbe se buscó arquitectos que pudieran ayudarle a impulsar las nuevas casas. Lo consiguió especialmente de la mano de Luis Blanco Soler y Rafael Bergamín, que figuraban entre los profesionales más vanguardistas del momento en España.
Siguiendo el modelo de las barriadas holandesas y británicas, se trató siempre de viviendas unifamiliares de pocas alturas y rodeadas de parques, lo que daba al conjunto un cierto aire rural. Se daba poca importancia a las fachadas y se cuidaba el interior para que proporcionara el máximo confort. Generalmente se agrupaban en hilera y tenían dos plantas, además del semisótano.
Así nacieron las colonias Iturbe I (Fuente del Berro, obra de Enrique Pfitz en 1926), Iturbe II (Retiro, también de Enrique Pfitz en 1929) e Iturbe III (Retiro, obra de Enrique Pfitz en 1929). En esta última es interesante que tienen algo de decoración regionalista en las fachadas. En muchos casos, casi todas las casas eran iguales.
Posteriormente, entre 1930 y 1933, promovió las colonias de la Prensa y Bellas Artes (obra de Casto Fernández Shaw con estilo regionalista), Iturbe IV (Enrique Pfitz) y Parque Residencia (Rafael Bergamín), que comercialmente fueron muy exitosas. Esto animó a Iturbe a seguir y crear la más importante de todas, la colonia «El Viso», que recibe su nombre de las vistas que tenía entonces sobre la Sierra de Guadarrama. Vendió las 242 casas antes de terminar las obras. Y eso que el plan inicial era hacer 130.
Como novedad, todas las viviendas tenían teléfono y electricidad. Y aquí se establecieron personajes notables como José Ortega y Gasset, Rafael Sánchez Mazas, Manuel Azaña o Salvador de Madariaga y, más recientemente, Miguel Boyer, Mar Flores, Narcís Serra, Florentino Pérez, Carolina Herrera o Xabi Alonso.
